El Geoparque Mundial de la UNESCO Costa Quebrada no es solo un territorio de excepcional valor geológico, paisajístico y cultural. Es también un espacio vivo donde se promueve un modelo de relación respetuosa entre las personas y la naturaleza, basada en el conocimiento, el cuidado y el arraigo al territorio.

Desde su declaración como Geoparque, el equipo técnico y las entidades colaboradoras han desarrollado una intensa labor de conservación del patrimonio geológico, biológico y cultural. Esta tarea incluye desde la protección activa de espacios singulares hasta la investigación científica y el seguimiento de procesos naturales, pasando por la recuperación de senderos tradicionales y la puesta en valor del patrimonio inmaterial vinculado a los oficios, saberes y formas de vida locales.

El ecoturismo es una herramienta clave para transmitir estos valores. A través de rutas guiadas, talleres, actividades educativas y paneles interpretativos, el Geoparque invita a residentes y visitantes a descubrir el territorio de una manera consciente, fomentando una mirada atenta y afectiva hacia el entorno. Se trata de disfrutar sin dejar huella, de caminar sin prisa, de aprender del paisaje y de las comunidades que lo habitan.

El objetivo es claro: que quien visite la Costa Quebrada lo haga con respeto, con responsabilidad y con cariño. Que cada experiencia contribuya a reforzar el vínculo entre las personas y el lugar, generando una conciencia colectiva de que conservar este patrimonio es una tarea compartida.